Las energías de la fase de la Madre, es una etapa donde la mujer empieza a prepararse para la abnegación que caracteriza a la maternidad. Sus deseos y necesidades quedan en segundo plano, y su amor se manifiesta en su necesidad de compartir.
Este arquetipo encarna también la necesidad de la mujer por dar nacimiento a sus hijas-ideas, proyectos, procesos creativos, nuevos desafíos.
Sus energías son tan potentes que descubrirá que los demás acuden a ella, en búsqueda de protección o ayuda.Es hora de reconocer tu vínculo con la tierra.
Esta etapa tiene lugar aproximadamente cuando se da la ovulación, hay un incremento de tu seguridad personal y tu autoestima, razón por la cual puedes apoyar a los que te rodean. Sin dudas el foco de atención en este período se encuentra en el afuera, en los demás.
En esta etapa necesitas expresarte tanto interna como externamente, puede ser un período muy espiritual que te aporte un sentimiento de armonía en tu vida. Es probable que desees estar al aire libre y en contacto con la naturaleza y la tierra, al igual que los animales, justamente por tu gran sensibilidad y capacidad de empatía con los demás seres.
Además verás que percibirás de forma más receptiva las ideas de los demás, a quienes proporcionarás nuevos enfoques.
Una mujer que reprime las energías de la Madre corre el riesgo de ignorar sus profundos lazos que nacen del hecho de compartir y cuidar de las demás personas. Sin embargo una mujer permite que estas energías dominen su vida puede convertirse en un ser muy pasivo, sin ambiciones para si misma.
Por esta razón es fundamental equilibrar este rol y arquetipo con los demás (Doncella-cuarto creciente, Hechicera cuarto menguante, Bruja luna nueva) para poder experimentar las distintas facetas y poder armonizar nuestras energías. Cada etapa tiene una enseñanza y solo depende de cada mujer, como la asuma y descubra como se manifiesta en su vida.
Palabras clave para comprender el arquetipo:
Vida, cuidado, compasión,amor incondicional, sustentar, dar, abeja, fertilidad, tierra, receptividad, sabiduría.
Todos los seres vivos, incluyendo al planeta mismo tenemos fluidos, y estos se mueven en concordancia con la gravedad que ejercen mutuamente la Luna y la Tierra. Es un fenómeno físico, no hay nada desconocido en ello. La marea sube, la savia de las plantas asciende y está presente abundantemente en hojas y ramas; nuestro cuerpo retiene mayor cantidad de líquidos y nos hinchamos más fácilmente.
Durante la fase de la Luna Llena esta se encuentra en el lado opuesto al sol, y es por ello que refleja su luz en su totalidad. Sucede entonces que la razón y los sentimientos se encuentran más alejados de su influencia, pero nuestro organismo se encuentra sometido a una inmensa presión. Se considera que la luna provoca un gran efecto embriagador sobre todo nuestro cuerpo ya que ésta tiende a retener líquidos.
Además nos encontramos sumamente sensibilizados a nivel orgánico, por lo que hay que tener cuidado con lo que consumimos y debemos comer con moderación. También provoca variaciones en las mareas biológicas y esto repercute notoriamente en nuestro sistema nervioso, provocando distintos estados de tensión sin saber, en la mayoría de los casos, la razón de esto.
Las emociones se encuentran a flor de piel, por lo que debemos estar atentos, ya que sus efectos se manifiestan directamente sobre nuestro cuerpo. También se presentan grandes trastornos psicosomáticos. El filósofo griego Aristóteles argumentaba que las personas con ciertas deficiencias mentales eran susceptibles a experimentar agresividad durante la luna llena. Los partos y accidentes son más comunes cuando la luna está en su fase Llena, ya que somos menos capaces de controlar nuestras emociones.
La luna llena hace referencia a la fertilidad, a nutrir, como hace el signo de Cáncer, que está regido por la luna. La madre representa la mujer en plenitud de sus decisiones, de su fortaleza y su poder. Están representadas en el tarot por la Emperatriz y la Sacerdotisa, quienes crean sus propios caminos.
La mujer está exuberante de energía, se puede decir que es el máximo de energía del ciclo, pero de una calidad diferente a la de la etapa anterior.de la doncella. Ahora la mujer tiene la energía de la madre, una energía amorosa, fuerte, que la capacita para cuidar de los demás y la conecta con la tierra.
Una mujer que reprime las energías de la Madre corre el riesgo de ignorar sus profundos lazos que nacen del hecho de compartir y cuidar de las demás personas. Sin embargo una mujer que permite estas energías dominen su vida puede convertirse en un ser muy pasivo, sin ambiciones para si misma.
Desafortunadamente nuestra sociedad ha degradado y desprestigiado las cualidades arquetípicas que caracterizan a la madre (cuidado, entrega, …). Nuestro sistema económico, explotador al máximo, no valora la inteligencia, fortaleza y sabiduría de la maternidad, sino la energía de la chica joven, la doncella.Por esta razón es fundamental equilibrar este rol y arquetipo con los demás (Doncella-cuarto creciente, Hechicera cuarto menguante, Bruja luna nueva) para poder experimentar las distintas facetas y poder armonizar nuestras energías. Cada etapa tiene una enseñanza y solo depende de cada mujer, como la asuma y descubra como se manifiesta en su vida.
En esta etapa aumenta nuestra sensibilidad.Este es el momento en el que la mujer es más consciente de su sensualidad. También es una etapa en que la sexualidad está exaltada.
En la fase de la madre sentimos la necesidad de cuidar y nutrir, de preocuparnos por otros y ser receptivas. En este momento tenemos una energía muy potente con lo que muchas personas pueden acercarsenos en busca de apoyo. Nace el impulso de dar, de cuidar y de proteger a los demás, anteponiéndolos a nuestras necesidades. La atención se centra en los demás y nos olvidamos un poquito de nosotras mismas.
Durante esta fase somos más poderosas, creativas, terrenales, equilibradas, calmadas, tenemos mucha fuerza, sabiduría, auto-confianza, y seguridad en nosotras mismas. Estamos más conectadas con la naturaleza y los animales.
Esta fase se asocia con la ovulación, cuando la mujer es más fértil. En otros articulos comentaba cómo funcionaba el ciclo menstrual, cómo lo “normal” era ovular con la luna llena y menstruar con la luna nueva. Se le conoce como el ciclo de La Luna Blanca.
Sin embargo, muchas mujeres se rigen por el proceso contrario: ovulan durante la luna nueva y experimentan el sangrado con la luna llena. A este ciclo se le conoce como Luna Roja y Miranda Gray explica que no hay nada malo en él, simplemente las energías se expresan de manera diferente. Las energías de la Luna Blanca están ligadas a la concepción y al arquetipo de la madre, y la Luna Roja está más vinculada al arquetipo de la Bruja y los poderes ocultos.
Al menstruar en la fase de Luna LLena, la energía de la luna nos transmite una vibración de júbilo, de alegría y plenitud, la espiritualidad cobra mas fuerza, lo masculino y femenino dentro tuyo se sienten mas armónicos. Sin embargo al estar tan fuerte la energía de la luna, algunas mujeres tienen un flujo menstrual abundante, llevándolas incluso a tener hemorragias perjudiciales. El arquetipo de la madre, nos lleva a sentir especialmente que vinculo tenemos con la madre tierra, con nuestro linaje femenino y con nuestra propia madre. Puede ser que remarque los conflictos que tenemos y salgan a la luz, o que si hay una buena conexión en estos días, sea un armónico fluir con ellas .
La mujer que menstrúa durante la luna llena (Luna Roja), tiene tanto poder, fuerza, proyección profética, .. que debe tener cuidado de canalizar bien el torrente de energía. Durante la Edad Media, estas mujeres eran encerradas por “estar locas” hasta que finalizaba su ciclo, debido al miedo que tenían por lo que podría suceder si alguién escuchaba sus mensajes proféticos.
El estrés, los anticonceptivos hormonales y la falta de descanso provocan que no todas las mujeres sigan los ciclos de la luna. No hay ningún problema en ello. Nuestros horarios han cambiado y nuestros ritmos de vida también y esto afecta a nuestros ciclos naturales. Sin embargo, si intentas descansar suficiente y llevar un estilo de vida sano, te costará menos trabajo volver a sincronizar tus ritmos biológicos con los de la luna.
Cuando ambas fases están sincronizadas nos sentimos más participes de la creación.
¡No olvidemos esta parte tan hermosa y mágica de la naturaleza de la mujer!
Consejos a realizar las noches de Luna Llena
Antes que nada… meditar sobre el Arquetipo que representa: La Madre
¿Qué debo rescatar de mi madre, que he aprendido de ella?
¿Qué relación tengo con la nutrición en mi vida?
¿Qué me gusta que me entreguen?
¿Qué le hace falta a mi vida para equilibrar mi sol y mi luna?
¿Cómo nutrirme para realmente entregarme amor a mi misma?
¿Me gusta dar o recibir?
¿Cómo sano mi linaje?
Otras sugerencias:
No empieces un régimen
En noches de Luna Llena el cuerpo retine más líquidos y, por el efecto embriagador de la luna, comemos más.
No te tomes las cosas muy en serio
Con la Luna Llena los sentimientos están a flor de piel, todo nos parecerá más grave de lo que realmente es: el sentido del humor es esencial en esta fase lunar.
Elimina el dolor de cabeza, apoyate en remedios alternativos o en la medicina convencional
Date duchas a presión y relájate en una habitación a oscuras para evitar los dolores de cabeza, ya que la Luna Llena trae una cierta presión ambiental que puede provocar jaquecas.
Meditar andando en la naturaleza (mejor sin calzado si las condiciones climatológicas y del suelo lo permiten), sintiendo el contacto de los pies con la madre Tierra, arraigándonos y teniendo la sensación de formar parte del Universo, también son prácticas interesantes en este momento.