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Viviendas construidas con adobe, bambú, paja y tapial fueron reconocidas en el pabellón de México en


Las tipologías de distintas regiones de México y los materiales con los que se construyen —adobe, tapial, bambú, madera, entre otros— tienen a menudo características de habitabilidad superiores a las que se realizan con materiales industriales y a partir de diseños estandarizados. Además, su producción está por lo general vinculada a sistemas de participación e identidades locales.


Muchos de los proyectos en el pabellón de México en la Bienal de Venecia buscan recuperar o promover el uso de materiales locales. Entre ellos se encuentran los trabajos de Cooperación Comunitaria en Guerrero, Comunal en Puebla, Laboratorio Arquitectura Básica en Oaxaca y Chihuahua, y CapaLab en Baja California Sur.


Cada uno de ellos responde a un sitio específico, y ejemplifican maneras en que los arquitectos pueden promover y enriquecer saberes locales.


Cooperación Comunitaria y el Adobe

El proyecto de Cooperación Comunitaria que se presenta en el pabellón se desarrolla en la sierra de Guerrero. En años recientes, muchas casas de adobe en esta región sufrieron daños por terremotos y huracanes. El equipo de arquitectos e ingenieros de Cooperación Comunitaria realizó un diagnóstico y descubrió que los adobes no eran lo suficientemente resistentes.


A partir de un proceso participativo, se construyó una vivienda vernácula con adobes de tamaño adecuado y con ciertas modificaciones—como contrafuertes y ciertos elementos de piedra y concreto—que la hacen más resistente. Los habitantes de la región han implementado los aprendizajes de este proceso de construcción en la reparación de sus viviendas y en la construcción de casas nuevas.


Algunas instituciones públicas ofrecen casas de block como alternativa a las casas de adobe vernáculas. Además de ser caro llevar materiales industriales a la sierra, las casas que se construyen con ellos son de menor calidad. En contraste, las estrategias de Cooperación Comunitaria permiten dar continuidad a procesos constructivos y formas de habitar adaptadas a su medio natural y cultural.


Comunal y la Vivienda de Bambú

El despacho Comunal ha desarrollado proyectos habitacionales en la sierra de Puebla. De manera similar a Cooperación Comunitaria, su trabajo parte de la tipología habitacional existente, y propone ciertas modificaciones que mejoran su habitabilidad y hacen que los procesos constructivos sean más baratos y eficientes.


En los alrededores de Cuetzalan abunda el bambú. Comunal eligió una comunidad en la zona, Tepetzintan, y realizó, de manera participativa con sus habitantes, una casa tipo con estructura de bambú. Esta casa—la cual se usa hoy como centro comunitario—tiene además piezas prefabricadas de bambú y tierra del sitio.


Las técnicas introducidas por Comunal han comenzado a multiplicarse en la región—quienes participaron en la construcción de la casa tipo han empleado sus técnicas constructivas en otras edificaciones. Esto ha permitido que la comunidad aproveche el bambú y no tenga que recurrir a materiales más caros y menos sustentables como el cemento, el block o la lámina.


Laboratorio de Arquitectura Básica y la Paja

A lo largo de dos décadas, Juan Casillas se ha dedicado a construir “viviendas regenerativas”. Es decir, no son únicamente ecológicas, sino que buscan tener un impacto positivo en el medio ambiente. Una de las especialidades de su taller es la construcción en paja. Los muros de pacas aprovechan un material residual (que de no ser usado se incineraría), y son además fáciles de construir de manera participativa.


Este es el caso de uno de los proyectos de Casillas que se presenta en el pabellón: con su guía, el Colectivo Chopeke de Ciudad Juárez construyó una pequeña casa de paja para un grupo de migrantes rarámuri. El colectivo y los rarámuri han realizado otras construcciones con la misma técnica, fortaleciendo a partir de este proceso sus lazos como comunidad.


Casillas ha experimentado con otras estrategias constructivas que son también procesos de reciclaje. En otro caso que se presenta en Venecia, el arquitecto construyó una casa en la costa de Oaxaca con bajareque y PET. Tradicionalmente, las casas en esta zona se construían con conchas que sus constructores recolectaban en la playa; hoy escasean las conchas y abundan las botellas de PET. Esta situación motivó a Casillas a integrar las botellas a los procesos constructivos.


CapaLab y el Tapial

El trabajo del despacho CapaLab que se presenta en el pabellón de México en Venecia es la Casa O. Se trata de un prototipo de vivienda construido para damnificados del huracán Odile que devastó Los Cabos en 2014.


Los Cabos es una población reciente; antes de ser un desarrollo turístico, era una zona mayormente deshabitada. Así, no existe una arquitectura vernácula arraigada. Con la Casa O, CapaLab propone una arquitectura local que aprovecha los materiales disponibles y responde a las condiciones específicas del sitio. Los cuartos de la Casa O están organizados en torno a un patio central, el cual permite ventilar todos los espacios naturalmente; algunos de ellos tienen celosías que filtran la luz hacia el interior. La Casa O está construida de tierra apisonada extraída del sitio. Algunos de sus muros son de block, los cuales están rellenos de tierra para que sean más térmicos en un contexto árido y caliente.


Como parte de la experimentación con materiales locales, CapaLab ha también producido blocks de tierra, los cuales tienen muy alta resistencia y representan una alternativa económica y ecológica al block de cemento.


Materiales y Estrategias Locales

Tres de los proyectos aquí descritos—los realizados por Cooperación Comunitaria, Laboratorio de arquitectura básica y CapaLab—cuentan con manuales que permiten a no expertos conocer e implementar sus diseños y técnicas constructivas. Los cuatro proyectos, más allá de ser experiencias aisladas, son estrategias para la utilización de materiales apropiados para condiciones locales, así como alternativas a la industrialización y estandarización de los procesos constructivos en el país.


Las leyes y reglamentos que rigen la vivienda en México muchas veces no reconocen la riqueza de las arquitecturas vernáculas ni los beneficios del uso de materiales locales. Las cuatro experiencias que presentamos muestran que es posible promover la continuidad de sistemas de producción vernáculos y el desarrollo de otros ligados a procesos y condiciones regionales. En el corto plazo, es conveniente adaptar los esquemas de financiamiento para nuevas viviendas y para adecuaciones, de manera que respondan a las características de distintos contextos geográficos en el país.


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